Loris

Loris llegó al Refugio por causas ajenas a él, como siempre ya no servía para cazar, ya no era útil, la historia de siempre contada con diferentes palabras pero con un mismo final ... el abandono. Como todos, llegó desconcertado, sin saber que ocurría, en unas horas descubrimos a un galgo cariñoso, tranquilo, discreto y equilibrado. Perfecto con los demás perros de la protectora. Tiene cuatro años y toda una vida para dar.
A nosotras ya nos ha robado un trozo de nuestro corazón, ahora sólo falta que se lo robe a una familia que quiera demostrarle que la vida es algo más cazar.