No me digáis que no es una ricura...
Se llama Pavi y nació en enero del 2009. Nos lo encontramos en mitad
de la calle. Ni siquiera se apartaba cuando pasaba la gente. Estaba
tumbado, sin moverse. Ya ni siquiera tenía miedo de ser pegado,
gritado o algo peor. Pavi ya no tenía esperanza, ni fuerzas, ni ganas
de seguir. Le recogimos y ahora está con nosotros, y hemos descubierto
como es realmente. A Pavi le gusta agradar, por eso se esfuerza sin
parar en darte mimos y llamar tu atención. Es listo y activo, y no
pierde un segundo en atender tus palabras o tus gestos. Es chiquitito
y muy guapo, y será la compañía ideal de quien le quiera de verdad. No
te arrepentirás.