adoptar un galgo
La realidad de los galgos
En esta ecuación nefasta de miseria humana, trabajamos muchas asociaciones de personas que nos dedicamos a salvar y recuperar estos animales tan especiales, y nos encontramos sumamente desbordados a la hora de atender todos los casos que se nos presentan, sin hablar ya de la falta de recursos, y cuando llega el final de la temporada de caza esta situación empeora sustancialmente, un momento realmente difícil en el calendario de la lucha por salvarlos.
La adopción
Una vez recuperados, el objetivo nuestro es buscar a personas con ganas y amor para dar una nueva vida a estos seres tan maravillosos. Actualmente se dan la mayoría de las adopciones fuera de España pero cambiar esta tendencia y animar a la gente a la adopción aquí también es una prioridad y ante posibles reticencias, informar sobre la idoneidad del galgo como animal de compañía, que se adapta muy bien a vivir en piso y en cuidad. Por supuesto sin perder de vista que la tenencia de cualquier animal, y más un animal que lo ha pasado mal, requiere de un compromiso y una responsabilidad importantes.
Cosas de los galgos
Lo fundamental a destacar es que los galgos son unos animales fantásticos en muchos y variados sentidos. No sólo por su impresionante elegancia y belleza, su estilo y agilidad al andar o correr, o sus gestos de cejas u orejas o su famosa sonrisa, sino que son tremendamente cariñosos, a veces un poco traviesos, pero muy juguetones, vagos y soferos, y sobre todo con un toque de buen humor o de comedia a la hora de desenvolverse naturalmente. Compartir vida con ellos es una experiencia de la que cualquier persona sensible jamás se arrepiente salvo a lo mejor el no poder dedicarle más tiempo y energía.
Cosas a tener en cuenta
El galgo que viene de un entorno de maltrato y sufrimiento, falto de experiencia positiva de la raza humana, necesita ganar tu confianza y sentirse sobretodo arropado y protegido. Puede tener mucho miedo, o se pueden manifestar miedos en determinadas situaciones, que requieren atención, trabajo y a veces mucha paciencia. Y sobretodo mucho amor, por supuesto.
Como en mucho casos ya han sido utilizados para la caza, hay que tener mucho cuidado a la hora de soltarlos o llevarlos sueltos. Este es un tema muy peliagudo ya que muchos por un susto u otra cosa que les distraiga pueden salir corriendo y perderse o sufrir un percance. El mejor consejo es ante la duda, llevarlos con correa.
De todas las maneras, siempre estamos a tu disposición para asesorar y ayudar con problemas o dudas de cualquier tipo.
Y ahora sólo falta ir corriendo como un galgo a poner otro en tu vida!!!